Este año como set de temporada de la serie «Winter» tenemos el LEGO® Holiday Express.
Con el lanzamiento destacaban el tren pequeñito, pero la verdad es que hasta ayer no me di cuenta de la «importancia» de esta pieza. Ayer LEGO® publicaba la historia de esta pieza, que es la primera comercial de LEGO® impresa en 3D. Visto así, ¿qué tontería? pero no, porque es el primer experimento de lo que podría ser la posibilidad de crear multitud de piezas impresas en 3D.
La ventaja de la impresión 3D es el ahorro en moldes y por tanto permite crear piezas especificas para sets a precios razonables. Tiene sentido, habrá que ver la viabilidad a gran escala y el coste de estas piezas, pero podría ser un buen paso para mejorar el detalle en algunos sets o poder generar piezas que ya están descatalogadas para completar un set.
Bueno, un pequeño paso para la humanidad y un gran paso para LEGO®… o algo así…



Las piezas tan específicas están matando lego, ahí lo dejo.
Bueno, esta pieza en concreto no me parece mal, Lego en algún momento tendrá que abordar este «problema» u «oportunidad». Muestra de ello es que su pick a brick ha ido creciendo en los últimos años, por algo será (si te falta una pieza y no la consigues el paso lógico es imprimirla, ¿no?) Pero si que es verdad que el número de piezas nuevas y a veces exclusivas de un set ha ido creciendo igualmente y eso rompe la magia de Lego. El catalogo de piezas actual es demasiado grande y para mi tener que diseñar una pieza nueva es un pequeño fracaso de la imaginación por no haber sabido cómo aprovechar las existentes. Por otro lado es curioso como otras marcas han creado piezas derivadas de las piezas clásicas de Lego que son una evolución lógica y que sin embargo Lego se resiste a adoptar.